El siguiente compositor sueco que entra en los registros del
blog es Ture Rangström. Al igual que a Kurt Atterberg, considero a Rangström un
total romántico, un tremendo orquestador y un gran sinfonista. Sin embargo,
Rangström no tiene esas melodías sensibles de Atterberg o el delicado paisajismo de Peterson-Berger, su estilo se caracteriza por una orquestación de
impacto, densa, con armonías rudas y algo oscuras. Muchos lo consideran un
modernista, ya que impuso en sus sinfonías nuevas tendencias que en su país no
agarraban fuerza aún; la utilización de más disonancia que la habitual del
romántico sueco era un sello de su estilo moderno. Sibelius, al escuchar su
música, dijo que Rangström estaba muy por encima de cualquier otro compositor
sueco.
Drama, rigor y espectáculo… así es como describiría el
estilo de Rangström. Aunque esos son los aspectos que más resaltan de su
trabajo, hay que recalcar que esto no significa que sus obras sean
monótonamente fuertes. Es un astuto manipulador de emociones, con pasajes
tranquilos y misteriosos seguidos de ruidosos pasajes de drama casi exagerado.
Incluso sus colegas le llamaban “Sturm und drangström”.
Este un compositor que con un poco de promoción podría
posicionarse entre los favoritos. Por el momento es de los desconocidos, pero
gracias al internet ya somos cada vez más los degustadores del sabor Rangström.
No es un compositor con muchas obras y por el momento, hasta donde he escuchado
puedo decir que lo que más recomiendo es:
- Sinfonía No. 1 (August Strindberg in memoriam)
- Sinfonía No. 4 Invocatio
- Sinfonía No. 2 Mi país
- El poema sinfónico “Ditirambo”
- El ciclo de canciones “Häxorna” (Las brujas)
Este es uno de los compositores cuyas óperas me encantaría
escuchar, seguramente son todo un espectáculo. Para terminar este breve post, dejamos
como aperitivo, el poema sinfónico “La canción del mar”. Esta es una pieza mayormente
descriptiva-ambiental, bastante modesta comparada con sus sinfonías, pero es
una buena muestra inicial de las armonías y la orquestación de este señor.
A subirle volumen y adentrarse en su mini-aventura marítima post-wagneriana.
A subirle volumen y adentrarse en su mini-aventura marítima post-wagneriana.
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