Para esta entrada recomendaré tres obras, específicamente tres conciertos para piano, creadas por compositores (clásicos) contemporáneos. Aunque a veces la música contemporánea parece alejarse del gusto del público o bien, no se le pone atención porque los nombres no son tan célebres como Beethoven, Tchaikovsky o Rachmaninov; hago esta recomendación para animar a los escuchas a explorar música que es maravillosa y tiene menos de 50 años de ser compuesta (que en el mundo de la música clásica, significa que son obras “nuevas”).
Supongo que eventualmente haré otras entradas recomendando más obras contemporáneas, así que por el instante decidí enfocarme en conciertos para piano. Estos conciertos para piano “nuevos” son los que más me han llamado la atención (hasta donde he escuchado); además son aquellos que pienso, pueden ser disfrutados por casi cualquier escucha. Aquí mi selección de 3 conciertos para piano contemporáneos que deben ser escuchados:
Siguiendo un orden cronológico, empezaré recomendando un Concierto para piano creado en 1969, por un compositor finlandés. Se trata del Concierto para piano No. 1 de Einojuhani Rautavaara.
Un concierto que viene directo del romanticismo tardío y en general, tiene ese espíritu durante todo la obra. Aquí encontramos destellos de un Rachmaninov modernizado, con una orquesta que tiene gran poder para crear atmósferas delirantes. Lo más característico es sin duda, el tema inicial, donde la melodía principal es una secuencia de clusters (para alguien no acostumbrado, diría que suena como si el pianista, además de tocar las notas que debería tocar, el dedo se la va y toca teclas demás, las cuales no suenan “correctas”). Tal vez al primer cluster pensamos “Oh sí, esto es típico contemporáneo” pero inmediatamente nos damos cuenta de que no es la disonancia en sí lo que Rautavaara pretende presumir, sino su creación melódica que toma un color completamente “de otro mundo”. Esa forma de utilizar la disonancia en una manera fluida durante la melodía es algo que cualquier amante de la música de Rautavaara reconoce, puesto que es uno de sus sellos. El concierto es relativamente corto y espectacular, con un profundo segundo movimiento que cautiva a cualquiera y un acelerado tercer movimiento lleno de ingenio.
El siguiente concierto que recomiendo fue compuesto en 1997. Se trata del Concierto para piano “Memo flora” del compositor japonés Takashi Yoshimatsu.
Este es un concierto para todo público. Es dulce y encantador hasta más no poder. Yoshimatsu utiliza como es habitual muchas influencias amigables: minimalismo, jazz, destellos tradicionales de oriente y me animaría a decir que también un poco de pop. El resultado: Una encantadora creación sonora que enamora a cualquiera en la primera escucha. Es elegante y tal vez ligero, pero con un sello peculiar que lo hace diferente de otros conciertos “accesibles” al público y definitivamente, con más forma e ingenio que otras creaciones minimalistas. Un concierto imperdible.
El tercer concierto que recomiendo no es solo el más reciente, sino también mi personal preferido de los tres que menciono en este post. Este concierto es de este siglo; es decir, está recién salido del horno. Se trata del Concierto para piano “Resurrección” de Krzysztof Penderecki.
Compuesto en 2002 y con una revisión de 2007, este concierto es una delicia. Hay que aclarar que a estas alturas, ya no tenemos a aquél Penderecki vanguardista y abrasivo de los años 60, cuyas exploraciones sonoras le han valido un título de genio. Penderecki ya es clasificado como “neo-romántico” aunque personalmente pienso que la etiqueta no describe ni la mitad de su estilo actual, el cual tiene más parecido a Shostakovich, Bartók y Prokofiev que a los meros románticos. Habiendo pronunciado esos nombres, ya se ha dicho bastante sobre este concierto para piano, que pretende “retomar esta tradición”. El tema principal y según esto, la razón del título Resurrección, es un tema atractivo parecido a un himno, el cual tiene un carácter enaltecedor y muy memorable (inspirado después de los ataques del 9/11). Se asoma a veces como una tierna melodía en el piano solo, haciéndonos dudar si realmente estamos escuchando al severo Penderecki que conocemos; eventualmente el tema explota en la orquesta en el momento más glorioso cerca del final del concierto. Sin embargo, aunque este adorable tema es el “héroe” en la obra, Penderecki nos sumerge en un mundo característico de él durante todo el trayecto. Su peculiar cromatismo inconfundible, sus engaños rítmicos y su personalidad “macabro-seductora” se imponen como nunca, dándonos como resultado un concierto muy entretenido, que prácticamente nos está narrando una historia inexistente. Es un concierto moderno, accesible e ingenioso; sabe utilizar lo predeciblemente dulce con inteligencia, mezclándolo con gran diversidad de pasajes tensos y rítmicos, además de presumirnos su vistosa habilidad con los instrumentos de percusión. Seguramente a los fanáticos del Penderecki “pesado” y vanguardista no les agradará mucho está obra, pero personalmente pienso que su genialidad sigue vigente y sigue demostrándose en esta clase de obras “tradicionales” como lo es, este concierto para piano. El video que comparto, contiene la versión de 2002, que es espectacular. No obstante, recomiendo ampliamente escuchar (si les es posible) la grabación de NAXOS que utiliza la versión de 2007.
Espero que disfruten de estos conciertos. Un saludo a los lectores.
Muchas gracias por las recomendaciones. De las sugerencias Memo Flora me encantó es muy contemporaneo!!!..... Ya me convertí en nuevo seguidor de este Blog!!!!!!
ResponderEliminarGracias por el comentario! :) Y espero ser digno de tener un seguidor más, porque no he puesto nuevas recomendaciones.Ya tiene tiempo que no escribo en el blog. Pero por supuesto, notar que aún hay gente que lee mis entradas es un buen motivante para volver. Saludos.
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